miércoles, 16 de septiembre de 2009

Capitulo 3 parte 4

Parecia que en este lugar el Sol era un bien preciado y escaso. Me dirigí directamente a la mesa de Jason y Max a pesar de que en ella solo estaba Max y estaba hablando con una chica pelirroja que me sonaba mucho pero a la que no conseguía recordar. Me acerqué lentamente intentando no interrumpirles y me senté en una silla. Estaban hablando, muy bajo casi en susurros y yo no los podía oir asi que se me cruzó la idea peregrina de que quizás estuvieran hablando de mi ( aunque confiaba plenamente en Max, mis antiguos miedos renacieron por un instante) pero me apresuré a despejar esa idea de mi mente en cuanto apareció. Sin embargo carraspeé para hacerme notar y los dos se volvieron sorprendidos hacia mi, con sus caras ruborizadas como si les hubiera pillado haciendo algo malo. Por fin me acordé de la chica. Era la chica que estaba en la mesa en al que me había sentado el primer día.
-¡Oh! Hola Elena- me saludó Max pasándose la mano por la cabeza, azorado- ¿Cuánto tiempo llevas ahí?- la chica pelirroja se iba retirando lentamente y murmuró una última despedida para apresurarse a coger la comida.-
-El suficiente para darme cuenta de que tu tienes algo con esa-le dije intentando que sonara burlón pero la opción de que estuvieran hablando de mi salió a flote y no lo conseguí del todo.
-¡Que va! Estábamos…-se interrumpió para inventarse una excusa-…hablando de lo que teniamos que hacer después. Como hoy hay sol y eso…-No le creí ni una pizquita pero lo dejé correr. Pensé en preguntarle a Jason. Si alguien sabia que pasaba entre ellos dos ese era él y sin duda me lo contaría.
-¡Sí, por fin sol!- dije cambiando de tema y pude ver como se relajaba-¿y que vamos a hacer hoy?
-Supongo que el programa normal- aun se le notaba azorado- aunque no estoy seguro porque esta todo mojado. Quiza solo hagamos lago.- para mi eso era suficiente. Estaba deseando meterme en el agua. Ya llevaba sin nadar cinco días y eso era un record para mi. La necesidad de agua me llevaba a ducharme todos los días dos veces pues me notaba tremendamente seca y notaba calambres en los brazos de no ejercitarlos.
En ese momento llegó Jason y los tres juntos nos apresuramos a coger la comida pues Jason había llegado más tarde y le habiamos estado esperando. Cuando pasamos al lado de la mesa de la chica con la que antes había estado hablando Max, me di cuenta de que este le lanzaba un guiño a la chica. Jason también debio de darse cuenta pues le oi soltar una risita, lo que me convenció de que él si que sabía lo que pasaba entre esos dos. Comimos como cada día, pero hoy nuestro nivel de carcajadas aumentó quizá por el ambiente del comedor que era contagioso.
Salimos del comedor y el Sol seguía brillando con intensidad por encima de nuestras cabezas. La primera clase que teniamos era Arte para nuestra decepción pues no ibamos a poder estar al aire libre. No se como perdimos a Max en la multitud que se repartía para ir a la diferentes clases y esto me presentó una buena oportunidad de preguntarle a Jason que sabia de lo del Max.

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