domingo, 20 de septiembre de 2009

Capitulo 4 parte 2

. Golpeé la espalda musculosa que tenía delante de mi con un dedo tímido.
-Perdona-le dije-¿Qué hay que hacer?-el chico de delante se volvió. Era el español que me había ayudado el primer día.¿Cómo se llamaba?...Daba igual.
-Hola de nuevo-me dijo. Probablemente ya me habria saludado antes y yo no me habria enterado-¿No te has enterado?
-Eh...no... es que...tengo otras cosas en la cabeza-intenté excusarme porque su tono sonaba un poco impersonal, como si estuviera molesto o preocupado.
-Dos largos a braza, dos a espalda y dos a croll hasta aquella linea- me respondió señalándola- Y luego subes aquí otra vez, te tiras desde el trampolín intentando llegar lo más profundo que puedas-se dio la vuelta nada más terminar y se puso a observar fijamente a la gente que se tiraba desde el trampolín que tardaban bastante en salir. De pronto me dio un escalofrío. Volví a darle al español en la espalda tímidamente y luego un poco más insistentemente al ver que no se volvía. Cuando lo hizo tenía cara de mal humor.
-¿Qué?-me espetó y yo ignoré su tono y le contesté tranquilamente-¿A cuantos metros está el fondo desde el trampolín?
-No sé...-se quedó pensando. Se volvió de nuevo hacia el trampolín desde donde seguía tirándose la gente. Pensé que me había ignorado de nuevo y ya había levantado el dedo para volver a llamarle cuando se volvió hacia mi de nuevo. Sonrió un poco al ver mi dedo levantado, que me apresuré a bajar, pero su expresión neutra volvió a aparecer al instante- A unos cinco o seis metros ¿Por qué?-no le contesté a su pregunta directamente sino que le hice otra:
-¿Nunca ha pasado nada?¿Ningún accidente?-intenté explicarme para que no pensara que le tenía miedo a las profundidades-Quiero decir...allí abajo habrá plantas y eso ¿Nunca nadie se ha quedado enredado y no ha podido salir o ha llegado al fondo y no le quedaba aire? Está muy profundo...-la cara del español cambió radicalmente por un fugaz segundo a una expresión de sorpresa pero cuando me contestó que para eso estaban los socorristas y se volvió, cualquier rastro de emoción que hubiera podido expresar se había desvanecido. Las pocas personas que quedaban delante de mi fueron haciendo la prueba rápidamente y por fin llegó el turno del español. Justo antes de tirarse para nadar, se volvió hacia mi. En el momento en el que nuestros ojos se cruzaron, me dio un calambrazo en el cerebro y recordé su nombre. Sergio, se llamaba Sergio.
-No te preocupes por el fondo-me dirigió una sonrisa burlona-no llegarías ni aunque quisieras.-y se tiró con elegancia.
¿Pero quién se creía que era?¿Por qué no iba a poder llegar yo hasta el fondo?¿Por ser mujer? Pues se iba a enterar. La monitora me dijo que me preparara. Instintivamente miré a mi alrededor. Vi a Rebecca mirándome con una mueca de superioridad y también vi a Jason y a Max que me miraban extrañados. Les había echo daño ¿Quién se creía Rebecca para importunarme? En el mismo momento en el que me tiraba al agua me hice una promesa a mi misma. Iba a llegar al fondo del lago desde el trampolín para demostrar a todos que ella no era la novata estupida que todos creían, para desmostrarle a Rebecca que ella no era nadie, ni tampoco el español, para decirme que tenía que hacer, que era independiente y libre de ser quien yo quisiera y de hacer lo que yo quisiera. Hice los largos bien, con la determinación de quien tiene una misión que cumplir, apenas percibiendo lo que hacía. Me coloqué delante del trampolín, concentrándome todo lo que pude en el agua oscura que se extendía debajo de mi. Me preparé para saltar, tensando todos mis músculos. Pero, justo en el momento en el que mis gemelos estaban impulsandose hacia arriba oi una carcajada, una carcajada cruel y vengativa :Rebecca. Aquello me desconcertó y resbalé aunque casi no se notó porque estaba ya saltando. Sin embargo yo me vi caer al agua pesadamente y hundirme lentamente, casi sin gravedad, aguantando la respiración. Cuando tuve consciencia de que me habia resbalado empecé a patalear para intentar llegar a mi meta, el fondo, notando como la luz y mi oxigeno iban disminuyendo a la par y como la presión me producía un intenso pitido en mis oidos. Con la firme resolución de llegar al fondo empecé a marearme por la falta de aire, dejé de patalear para no necesitar más oxigeno y me hundí pesadamente recorriendo el tramo que me quedaba hasta el suelo de piedra y barro del fondo que casualmente no tenía muchas plantas.
Después todo sucedió muy deprisa. Terminé de acomodarme en el barro como en un sueño y justo en el momento en el que tocaba “tierra”, mi pie rozó algo tremendamente frío. De pronto, una especie de fogonazo, como un flash pero con más intensidad me cegó y dejé escapar mi última bocanada de aire inconscientemente, dejandome flotar, perdiendo el conocimiento y hundiendome en la oscuridad…. Golpeé la espalda musculosa que tenía delante de mi con un dedo tímido.
-Perdona-le dije-¿Qué hay que hacer?-el chico de delante se volvió. Era el español que me había ayudado el primer día.¿Cómo se llamaba?...Daba igual.
-Hola de nuevo-me dijo. Probablemente ya me habria saludado antes y yo no me habria enterado-¿No te has enterado?
-Eh...no... es que...tengo otras cosas en la cabeza-intenté excusarme porque su tono sonaba un poco impersonal, como si estuviera molesto o preocupado.
-Dos largos a braza, dos a espalda y dos a croll hasta aquella linea- me respondió señalándola- Y luego subes aquí otra vez, te tiras desde el trampolín intentando llegar lo más profundo que puedas-se dio la vuelta nada más terminar y se puso a observar fijamente a la gente que se tiraba desde el trampolín que tardaban bastante en salir. De pronto me dio un escalofrío. Volví a darle al español en la espalda tímidamente y luego un poco más insistentemente al ver que no se volvía. Cuando lo hizo tenía cara de mal humor.
-¿Qué?-me espetó y yo ignoré su tono y le contesté tranquilamente-¿A cuantos metros está el fondo desde el trampolín?
-No sé...-se quedó pensando. Se volvió de nuevo hacia el trampolín desde donde seguía tirándose la gente. Pensé que me había ignorado de nuevo y ya había levantado el dedo para volver a llamarle cuando se volvió hacia mi de nuevo. Sonrió un poco al ver mi dedo levantado, que me apresuré a bajar, pero su expresión neutra volvió a aparecer al instante- A unos cinco o seis metros ¿Por qué?-no le contesté a su pregunta directamente sino que le hice otra:
-¿Nunca ha pasado nada?¿Ningún accidente?-intenté explicarme para que no pensara que le tenía miedo a las profundidades-Quiero decir...allí abajo habrá plantas y eso ¿Nunca nadie se ha quedado enredado y no ha podido salir o ha llegado al fondo y no le quedaba aire? Está muy profundo...-la cara del español cambió radicalmente por un fugaz segundo a una expresión de sorpresa pero cuando me contestó que para eso estaban los socorristas y se volvió, cualquier rastro de emoción que hubiera podido expresar se había desvanecido. Las pocas personas que quedaban delante de mi fueron haciendo la prueba rápidamente y por fin llegó el turno del español. Justo antes de tirarse para nadar, se volvió hacia mi. En el momento en el que nuestros ojos se cruzaron, me dio un calambrazo en el cerebro y recordé su nombre. Sergio, se llamaba Sergio.
-No te preocupes por el fondo-me dirigió una sonrisa burlona-no llegarías ni aunque quisieras.-y se tiró con elegancia.
¿Pero quién se creía que era?¿Por qué no iba a poder llegar yo hasta el fondo?¿Por ser mujer? Pues se iba a enterar. La monitora me dijo que me preparara. Instintivamente miré a mi alrededor. Vi a Rebecca mirándome con una mueca de superioridad y también vi a Jason y a Max que me miraban extrañados. Les había echo daño ¿Quién se creía Rebecca para importunarme? En el mismo momento en el que me tiraba al agua me hice una promesa a mi misma. Iba a llegar al fondo del lago desde el trampolín para demostrar a todos que ella no era la novata estupida que todos creían, para desmostrarle a Rebecca que ella no era nadie, ni tampoco el español, para decirme que tenía que hacer, que era independiente y libre de ser quien yo quisiera y de hacer lo que yo quisiera. Hice los largos bien, con la determinación de quien tiene una misión que cumplir, apenas percibiendo lo que hacía. Me coloqué delante del trampolín, concentrándome todo lo que pude en el agua oscura que se extendía debajo de mi. Me preparé para saltar, tensando todos mis músculos. Pero, justo en el momento en el que mis gemelos estaban impulsandose hacia arriba oi una carcajada, una carcajada cruel y vengativa :Rebecca. Aquello me desconcertó y resbalé aunque casi no se notó porque estaba ya saltando. Sin embargo yo me vi caer al agua pesadamente y hundirme lentamente, casi sin gravedad, aguantando la respiración. Cuando tuve consciencia de que me habia resbalado empecé a patalear para intentar llegar a mi meta, el fondo, notando como la luz y mi oxigeno iban disminuyendo a la par y como la presión me producía un intenso pitido en mis oidos. Con la firme resolución de llegar al fondo empecé a marearme por la falta de aire, dejé de patalear para no necesitar más oxigeno y me hundí pesadamente recorriendo el tramo que me quedaba hasta el suelo de piedra y barro del fondo que casualmente no tenía muchas plantas.
Después todo sucedió muy deprisa. Terminé de acomodarme en el barro como en un sueño y justo en el momento en el que tocaba “tierra”, mi pie rozó algo tremendamente frío. De pronto, una especie de fogonazo, como un flash pero con más intensidad me cegó y dejé escapar mi última bocanada de aire inconscientemente, dejandome flotar, perdiendo el conocimiento y hundiendome en la oscuridad…

jueves, 17 de septiembre de 2009

Capitulo 4 parte 1

Capítulo 4
Lago

Jason y yo nos despedimos para ir a nuestras cabañas para recoger al toalla y nuestras cosas para el lago. Vimos a Max hablar muy animado con Diane que parecía un poco cortada y cruzamos una mirada: Jason de incredulidad y yo de suficiencia. Me dirigí hacia mi cabaña con un ánimo neutro pues estaba un poco preocupada por lo que creía haber percibido en los ojos de Jason aunque pronto decidí dejarlo y mi mente fue invadida por la idea de bañarme en el lago, de nadar. Entré en mi cabaña y cogí mi toalla y mis chanclas pues el bañador ya lo tenía puesto. Iba a salir cuando entró Rebecca como un vendaval, claramente enfadada y me agarró del brazo impidiéndome hacerlo.
-¡No vas a ir a ningún lado antes de oír algunas cositas!-me espetó. Yo me encogí, tal era la furia de sus palabras.-¿Quién te crees que eres, eh?¿La reina del lugar? Pues te equivocas porque esa soy yo-me soltó el brazo dejándome la marca de sus dedos y puso los brazos en jarras-No puedes llegar y empezar a desmontar mi pequeño reino porque sino te la cargas ¿me entiendes?-asentí con la cabeza. Me tenía completamente dominada y ella lo sabía-No quiero que vuelvas a juntarte con Jason y Max, especialmente con Jason ¿lo pillas? Jason es MÍO y no me gusta ese rollito de los amiguitos.
-¿No crees que deberias preguntarle su opinión?-intenté increparle pero la voz apenas me dejó-¿Tú crees que a mi me importa su opinión? Él va estar conmigo tarde o temprano, tanto si te gusta como si no. Así que aprende a someterte ya que has tenido la suerte ( o la desgracia para ti ) de ser mi compañera de habitación podemos ser muy buenas amigas o las peores enemigas si no lo haces y yo puedo conseguir que tu estancia aquí sea una pesadilla. Así que ya sabes- dijo cogiendo la toalla-mantente alejada de Jason-y salió. Me quedé estupefacta, tanto que me dejé caer en la cama con la boca abierta. Resultaba que Rebecca era una… una… no quería ni decirlo Ya me habían avisado pero había preferido no escucharlos. Pero ¿Qué podia hacer?. Presentía que la amenaza de Rebecca de hacerme la vida imposible no era un farol pero renunciar a mi recien estrenada amistad era más de lo que podía afrontar. Busqué otra opción. Quizá fingiendo por un tiempo distanciarme de Jason… pero no quería que se enfadara así que tenia que hacerle partícipe del conflicto. Miré el reloj. Tenia que estar en el lago así que salí corriendo, aun conmocionada por el suceso. Cuando llegué al lago ya estaban todos reunidos. Me di prisa en quitarme la ropa y me coloqué con el resto del grupo. Jason y Max me saludaron pero fingí no verlos y me situé en la otra punta, poniendo cuidado de no estar cerca de Rebecca. Oí algo de una prueba de natación pero me encontraba en un estado similar al trance y lo único que hice es seguir a los demás cuando se colocaron en una fila delante del agua. La proximidad del agua y su olor familiar me despertaron justo antes de que la monitora indicara al primer chico que comenzara. Por suerte, no estaba de las primeras en la fila de uno que habíamos formado y tenía tiempo de preguntar al de delante.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

Capitulo 3 parte 5

-¡Ah eso!- soltó una risita burlona- Llevan casi desde que vinimos flirteando. Se llama Diane. Pero el bobo de Max no se atreve a dar el primer paso.-soltó otra risita- Creo que piensan que son discretos y que nadie se ha enterado.
Nos estuvimos riendo hasta que llegamos a la clase de Arte pero cuando vimos a Max que , “casualmente” estaba al lado de la pelirroja, nos dio otro ataque de risa que procuramos disimular aunque Max nos miró un poco molesto lo que hizo que prorrumpiéramos en sonoras carcajadas que nos conllevaron una reprimenda por parte de la profesora que les estaba anunciando que ibamos a poder dar la clase fuera. Fue una clase muy agradable .Lo que en teoría teniamos que hacer era un dibujo de un árbol que nos gustara pero la mayoría de la gente se puso delante de un árbol cualquiera y ni siquiera tocaron el papel. Nuestro “trío” hicimos lo mismo. Max no preguntó de lo que nos habíamos estado riendo porque probablemente ya lo sabía y volvió a ser prácticamente el de antes aunque en ocasiones no se unía a nuestras risas. Esto me hizo sentir muy mal y me apresuré a disculparme.
-No, no- me replicó- No es por que os rierais de mi. Ya estoy acostumbrado-añadió mirando significativamente a Jason. Su tono pretendía ser de broma pero sonaba demasiado apesadumbrado para que funcionara-Es que realmente me gusta esa chica. Se llama Diane ¿sabes? Y es genial. Pero me da vergüenza…-se fue callando progresivamente hasta lanzar un suspiro. Así que era eso. Un problema de amor. Mierda. Yo no podía dar consejos sobre eso porque no tenía experiencia asi que lo único que hice fue ponerle una mano en el hombro y decirle:
-No te preocupes. Todo va a salir bien-el consuelo me salió un poco impersonal pero a Max le cambió la cara de repente.
-Sí por supuesto que va a salir bien. Disculpadme-dijo levantándose y recogiendo su cuaderno en blanco-tengo algo que arreglar-se despidió lanzándome un guiño y pronunciando un gracias sin sonido.
-Por eso esta bien tener alguna amiga chica-dijo Jason que no había abierto la boca en todo el rato y que parecía sorprendido-Le he dicho la misma frase que tú al menos cien veces y no le ha hecho nada y ahora vas y se la dices tú y se levanta y se va todo contento-sacudió la cabeza confuso- no lo entiendo.
-No tienes porqué-dije haciéndome la importante-Tú no eres yo.
-Por suerte-dijo Jason entre risas a las que yo me sumé rápidamente. Jason era tan agradable, tan…cálido que me hacía sentirme bien constantemente. Algo interrumpió mis carcajadas cuando noté que nos estaban mirando. Giré mi cabeza y descubrí a Rebecca mirándome con odio, un odio que no supe interpretar y que me asustó. Me volví hacia Jason de nuevo que estaba haciendo un intento de dibujo no muy acertado lo que me produjo otro ataque de risa. Cuando se volvió hacia mi para ver de que me reía y nuestros ojos se encontraron, pude notar en ellos aquello que acaba de empezar a experimentar, la verdadera amistad pero también descubrí algo que antes no había percatado, algo oscuro que no pude descubrir pues Jason giró la cabeza bruscamente para volver a su dibujo ¿Qué era aquello?

Capitulo 3 parte 4

Parecia que en este lugar el Sol era un bien preciado y escaso. Me dirigí directamente a la mesa de Jason y Max a pesar de que en ella solo estaba Max y estaba hablando con una chica pelirroja que me sonaba mucho pero a la que no conseguía recordar. Me acerqué lentamente intentando no interrumpirles y me senté en una silla. Estaban hablando, muy bajo casi en susurros y yo no los podía oir asi que se me cruzó la idea peregrina de que quizás estuvieran hablando de mi ( aunque confiaba plenamente en Max, mis antiguos miedos renacieron por un instante) pero me apresuré a despejar esa idea de mi mente en cuanto apareció. Sin embargo carraspeé para hacerme notar y los dos se volvieron sorprendidos hacia mi, con sus caras ruborizadas como si les hubiera pillado haciendo algo malo. Por fin me acordé de la chica. Era la chica que estaba en la mesa en al que me había sentado el primer día.
-¡Oh! Hola Elena- me saludó Max pasándose la mano por la cabeza, azorado- ¿Cuánto tiempo llevas ahí?- la chica pelirroja se iba retirando lentamente y murmuró una última despedida para apresurarse a coger la comida.-
-El suficiente para darme cuenta de que tu tienes algo con esa-le dije intentando que sonara burlón pero la opción de que estuvieran hablando de mi salió a flote y no lo conseguí del todo.
-¡Que va! Estábamos…-se interrumpió para inventarse una excusa-…hablando de lo que teniamos que hacer después. Como hoy hay sol y eso…-No le creí ni una pizquita pero lo dejé correr. Pensé en preguntarle a Jason. Si alguien sabia que pasaba entre ellos dos ese era él y sin duda me lo contaría.
-¡Sí, por fin sol!- dije cambiando de tema y pude ver como se relajaba-¿y que vamos a hacer hoy?
-Supongo que el programa normal- aun se le notaba azorado- aunque no estoy seguro porque esta todo mojado. Quiza solo hagamos lago.- para mi eso era suficiente. Estaba deseando meterme en el agua. Ya llevaba sin nadar cinco días y eso era un record para mi. La necesidad de agua me llevaba a ducharme todos los días dos veces pues me notaba tremendamente seca y notaba calambres en los brazos de no ejercitarlos.
En ese momento llegó Jason y los tres juntos nos apresuramos a coger la comida pues Jason había llegado más tarde y le habiamos estado esperando. Cuando pasamos al lado de la mesa de la chica con la que antes había estado hablando Max, me di cuenta de que este le lanzaba un guiño a la chica. Jason también debio de darse cuenta pues le oi soltar una risita, lo que me convenció de que él si que sabía lo que pasaba entre esos dos. Comimos como cada día, pero hoy nuestro nivel de carcajadas aumentó quizá por el ambiente del comedor que era contagioso.
Salimos del comedor y el Sol seguía brillando con intensidad por encima de nuestras cabezas. La primera clase que teniamos era Arte para nuestra decepción pues no ibamos a poder estar al aire libre. No se como perdimos a Max en la multitud que se repartía para ir a la diferentes clases y esto me presentó una buena oportunidad de preguntarle a Jason que sabia de lo del Max.

Capitulo 3 parte 3

Una pequeña vocecita en mi mente, aquella que me hacía desconfiar siempre me brindaba la idea de que quizá solo se hubieran acercado a mi por ser la novedad. Intenté ahogar esa idea enseguida tras su aparición y me costó menos de lo que solía. A lo mejor era porque cuando miraba a los ojos de Jason solo veía amabilidad y cuando miraba a los de Max descubría una camadería que yo por mi misma no habría podido conseguir ni en tres años. Eran MIS amigos. Pero verdaderos no solo como Claire y Michelle que servían para hacerme compañía sino también podía contar con ellos para otras cosas y eso me reconfortaba.
Pasaron tres días geniales pero sin nada especial que mencionar excepto que no dejó de llover no un segundo y por ello las actividades de exterior se suspendieron. La mayoría de la gente estaba aburrida cuando hacíamos talleres en el interior o nos dejaban más tiempo libre del habitual (eso me había dicho Jason pues yo no tenia con que comparar. Desde mi primer desayuno en el campamento el tiempo había ido en nuestra contra y no conocía la rutina normal) pero a mi no me digustaba pues podia pasar más tiempo con mis amigos. Jason y Max estaban todo el tiempo conmigo y cuando esto ocurria, la gente rara vez se nos unía en nuestras risas. Era increíble como nuestro vínculo había crecido tanto que intimidaba a los demás. Me intrigaba el por qué me habían elegido a mi para formar el grupo ya que eran muy sociables en las raras ocasiones en las que estábamos separados se relacionaban con todos. Las horas pasaban fugazmente desde que había comprendido que era la verdadera amistad.
La mañana del quinto día desde mi llegada al campamento amaneció con una tonalidad distinta de la que ya me había acostumbrado. Me desperecé y miré hacía la cama de Rebecca. Casi nunca estaba cuando yo me despertaba. A decir verdad casi nunca coincidíamos en la habitación y no habíamos hablado más que unas tres veces desde que llegué. Miré hacia el exterior esperando encontrar la fina capa de nubes grises de cada mañana pero en vez de eso descubrí un sol resplandeciente sobre un cielo azul perfecto sin una nube. Me quedé embelesada mirándolo como si nunca hubiera visto el sol ¡yo, que vivía en Baltimore!. Hoy podría nadar por fin en el lago, una idea que tenia en mente desde que vi aquel lago en el viaje. Me preparé corriendo, poniéndome el bañador debajo de la ropa para no tener que venir a cambiarme, confiando en que se mantuviera el sol al menos hasta mi segunda clase pues la primera era arte y después tenía lago. Salí corriendo hacia el comedor para compartir mi alegría con Jason y Max. La gente que se cruzaba llevaba la misma expresión de felicidad en la cara que la que me había devuelto mi reflejo en el espejo después de haber visto el sol.
-¿Adonde vas tan deprisa?- me dijo una voz detrás de mi que interrumpió mi carrera. Me di la vuelta. Era el español que me ayudó el primer día. Me sorprendió mucho verle ya que la primera y última vez que le había visto era la noche en que me ayudó. Eso era bastante raro pues en teoría los dos estábamos en al mismo grupo.
-¡Hola!-le saludé. Me sorprendió lo fluido que me salió como si le conociera de toda la vida-Hoy hace sol ¿eh?-le dije para comentar algo y a la vez responder a su pregunta.
-Si eso parece- respondió mirando pensativo al cielo-¿Te veo en el lago?- Eh…sí claro-respondí al darme cuenta que él también iría. Cuando se fue, seguí mi camino hacia el comedor pero a un paso normal. Me había dado cuenta de que no le había visto en ninguna de las clases de mi grupo pero tampoco le había visto cuando nos juntábamos todos los aventureros. Tal vez… no era un alumno de aventureros…a lo mejor ayudaba a los profesores… pero entonces ¿Por qué me había dicho que me veía en el lago?.Dejé mis cavilaciones en cuanto entré en el comedor pues el aura que reinaba era de tanta alegría que me desconcertó.

martes, 15 de septiembre de 2009

Capitulo 3 parte 2

-Sí-intenté sonreírle-al menos no me he caído-
-Por muy poco la verdad- se volvió a sentar y yo hice lo mismo. Parecía un chico agradable. Se volvió para presentar a su amigo- Me llamo Jason y éste de aquí es Max-presentó dándole un puñetazo flojo en el hombro. La chica sentada al lado de mi había interrumpido su conversación para mirarme pero se había apresurado a reanudarla con más intensidad, aunque su interlocutora nos miraba más a nosotros que a ella.
-Me llamo Elena- ensanché la sonrisa y esta vez no fue forzada. Me estaban ayudando a sobrellevar lo que yo pensaba que iba a ser mi mayor problema, hacer amigos.
-¿A que grupo vas?-me preguntó Jasón. Le miré extrañada nadie me había dicho nada de grupos.
- Nadie me lo ha dicho-respondí. Nada más decirlo, Jason se levantó de un salto y estuvo de vuelta en 15 segundos.
-Estás en aventureros 1, conmigo- su sonrisa se ensanchó y su voz parecía tener un matiz esperanzado.
-¿Y para qué sirven los grupos?-pregunté con curiosidad
-¿Es que nadie te ha explicado nada?- entre Jason y Max me explicaron el funcionamiento del campamento, todo lo que, en mi opinión, me deberia haber explicado Rebecca. Me explicaron que después de desayunar teníamos que seguir un planning de actividades entre las que se encontraban actividades en el lago, arte, ciencias de la naturaleza y supervivencia. También me contaron que estas actividades se hacían por grupos separados por las tardes y por las mañanas todos los aventureros se juntaban para hacer excursiones o actividades especiales. Además de hablar del campamento hablamos de nuestras vidas(bueno yo no hablé mucho más bien escuché). Jason era de Manhattan y Max de Ohio. Era el primer año que venian los dos y se habían echo muy amigos allí. Ellos habían venido para la temporada entera, es decir para los dos meses que duraba el campamento, y ya se conocían entre ellos bien.
-Por eso estábamos hablando antes sobre ti. Eres la novedad. Todo el mundo lo hace-me explicó Max.
-Vaya pues que bien- dije frunciendo el ceño. Ya me habían confirmado lo que necesitaba. Ya había notado que la gente al pasar me miraba y que cuchicheaban sobre mi a mi paso. Odiaba ser el centro de atención.- ¿Y no puedo hacer nada para evitarlo?
-Pasará. Durará un tiempo pero pronto pasará-me prometió Jason.
-Supongo-suspiré apenada- ¿Qué otro remedio me queda?
-¡Así me gusta!-dijo Jason bromeando ante mi tono apesadumbrado-¡Ante todo el optimismo!- y añadió mirando a nuestros platos llenos aún- Me parece que se esta quedando frío.
Comimos con ganas, con carcajadas entre bocado y bocado, con la atenta mirada de las dos chicas de nuestra mesa que ya apenas hablaban entre ellas y se limitaban a observarnos. Me hubiera gustado incluirlas en la conversación pero no me sentía mentalmente capaz. La conversación con Jason y Max fluía con ligereza y no me costaba ningún esfuerzo. Parecía cosa del destino que los conociera: las únicas personas con las que no hacía el ridículo. Salimos del comedor juntos, como si fueramos una pandilla de toda la vida. La gente solo se fijaba en mi, ellos pasaban completamente desapercibidos. Imaginaba las preguntas de sus pequeñas cabecitas:”¿Por qué ha llegado en la mitad de la temporada?” “¿Será maja?” “Seguro que es rara.. tiene una pinta…” y cosas por el estilo. Prefería ponerme siempre en lo peor aunque debía admitir que Jason y Max me habían hecho sentir muchísimo mejor y además en el segundo día

Apunte

Quiero especificar que el campamento Saint Nora´s Lodge esta inspirado en el Frost Centre Institute de Canadá, en la provincia de Ontario. Por ello algunas de las imagenes que publico corresponden a ese campamento aunque hay otra tomadas de otros lugares