martes, 15 de septiembre de 2009

Capitulo 3 parte 1



campamento Saint Nora´s Lodge

Capítulo 3
Amistad
Entré en la cabaña en silencio porque ya era medianoche y Rebecca estaba dormida. La habitación constaba de una litera y una cama individual. Rebecca dormía en la litera de arriba y yo en la cama individual. Supuse que este verano el campamento no tenia muchos alumnos y por eso sobraban camas. Abrí mi maleta en silencio y me fui al baño que compartíamos con Lilian y Vanessa a ponerme el pijama y a lavarme los dientes. Me tumbé en la que iba a ser mi cama durante el mes siguiente(que era sorprendentemente confortable) y a los escasos minutos me dormí. Tuve un sueño un tanto agitado. Al principio yo iba corriendo medio a oscuras entre cabañas perseguida por una figura negra que no conseguía distinguir. De pronto, de una esquina salió el chico español que me agarró de la mano y se unió a mi carrera, guiándome hasta el muelle. Saltamos de la mano al agua oscura y nos hundimos en la oscuridad. Cuando tocamos el suelo, un fogonazo muy intenso nos cegó y me desperté de golpe.
-Acabas de pegar un grito escalofriante- me dijo Rebecca recién salida de la ducha.
-Perdón...-bostecé desperezándome. Las afirmaciones respecto a ella de la noche anterior terminaron de despertarme-¿Qué hora es?-.
-Faltan diez minutos para desayunar si eso es a lo que te refieres-respondió mientras seguía vistiéndose.
-¡Mierda!-me levanté a todo prisa de la cama y corrí a ducharme. Cuando salí de la ducha descubrí que Rebecca ya se había ido asi que me apresuré a vestirme y a atusarme el pelo a toda prisa. No quería coger fama de tardona. Salí apresuradamente de la cabaña y seguí a los últimos rezagados como yo hasta el comedor. Aunque tuviera muy buena memoria, no habría sabido encontrar el camino de vuelta al comedor sola. El paisaje era muy distinto a como lo era a la luz de la luna. El verde estaba por doquier y no había ni un solo lugar que no tuviera luz. Había una batalla que aquel lugar ya había vencido, una barrera menos en mi resistencia hacia él. Aunque aún me quedaba lo peor, lo que peor se me daba, hacer amigos. Entré en el comedor. Casi todas la mesas estaban llenas, incluida la de Rebecca, que ni me dirigió la mirada cuando entré, justo lo contrario de lo que hizo todo el mundo, asi que fui a sentarme en una mesa en la que había un sitio. Me senté entre una chica de pelo ondulado y un chico de pelo rizado. La chica estaba muy ocupada hablando con otra chica pelirroja, también sentada en mi mesa que no le hacía mucho caso porque estaba mirándome con curiosidad, y dándome la espalda. El chico estaba hablando también con otro chico de pelo de punta pero al contrario que la chica sentada a mi lado, ambos me estaban mirando y murmurando. Tomé la decisión de empezar a socializar por ellos pero no me atrevía a hablar asi que me mantuve en silencio hasta que llamaron a mi mesa para desayunar. Cogí mi comida en la barra en la que la noche anterior había dejado el plato de comida y Jeff me saludó al servirme. Me dirigí a la mesa con cuidado de no tirar mi bandeja y conseguí mi propósito pero, como no, al ir a por el ketchup tropecé y estuve a punto de caerme.¿No os he dicho ya que todo lo que no quiero que me suceda me pasa?. Pues he aquí el ejemplo. Y fue mayor mi vergüenza porque el chico al lado del cual me había sentado estaba a punto de sentarse pero se levantó para ayudarme. Notaba como si todo el comedor me estuviera mirando aunque no fuera así.
-¿estás bien?-me preguntó el chico que me había ayudado.

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