martes, 15 de septiembre de 2009

Capitulo 3 parte 2

-Sí-intenté sonreírle-al menos no me he caído-
-Por muy poco la verdad- se volvió a sentar y yo hice lo mismo. Parecía un chico agradable. Se volvió para presentar a su amigo- Me llamo Jason y éste de aquí es Max-presentó dándole un puñetazo flojo en el hombro. La chica sentada al lado de mi había interrumpido su conversación para mirarme pero se había apresurado a reanudarla con más intensidad, aunque su interlocutora nos miraba más a nosotros que a ella.
-Me llamo Elena- ensanché la sonrisa y esta vez no fue forzada. Me estaban ayudando a sobrellevar lo que yo pensaba que iba a ser mi mayor problema, hacer amigos.
-¿A que grupo vas?-me preguntó Jasón. Le miré extrañada nadie me había dicho nada de grupos.
- Nadie me lo ha dicho-respondí. Nada más decirlo, Jason se levantó de un salto y estuvo de vuelta en 15 segundos.
-Estás en aventureros 1, conmigo- su sonrisa se ensanchó y su voz parecía tener un matiz esperanzado.
-¿Y para qué sirven los grupos?-pregunté con curiosidad
-¿Es que nadie te ha explicado nada?- entre Jason y Max me explicaron el funcionamiento del campamento, todo lo que, en mi opinión, me deberia haber explicado Rebecca. Me explicaron que después de desayunar teníamos que seguir un planning de actividades entre las que se encontraban actividades en el lago, arte, ciencias de la naturaleza y supervivencia. También me contaron que estas actividades se hacían por grupos separados por las tardes y por las mañanas todos los aventureros se juntaban para hacer excursiones o actividades especiales. Además de hablar del campamento hablamos de nuestras vidas(bueno yo no hablé mucho más bien escuché). Jason era de Manhattan y Max de Ohio. Era el primer año que venian los dos y se habían echo muy amigos allí. Ellos habían venido para la temporada entera, es decir para los dos meses que duraba el campamento, y ya se conocían entre ellos bien.
-Por eso estábamos hablando antes sobre ti. Eres la novedad. Todo el mundo lo hace-me explicó Max.
-Vaya pues que bien- dije frunciendo el ceño. Ya me habían confirmado lo que necesitaba. Ya había notado que la gente al pasar me miraba y que cuchicheaban sobre mi a mi paso. Odiaba ser el centro de atención.- ¿Y no puedo hacer nada para evitarlo?
-Pasará. Durará un tiempo pero pronto pasará-me prometió Jason.
-Supongo-suspiré apenada- ¿Qué otro remedio me queda?
-¡Así me gusta!-dijo Jason bromeando ante mi tono apesadumbrado-¡Ante todo el optimismo!- y añadió mirando a nuestros platos llenos aún- Me parece que se esta quedando frío.
Comimos con ganas, con carcajadas entre bocado y bocado, con la atenta mirada de las dos chicas de nuestra mesa que ya apenas hablaban entre ellas y se limitaban a observarnos. Me hubiera gustado incluirlas en la conversación pero no me sentía mentalmente capaz. La conversación con Jason y Max fluía con ligereza y no me costaba ningún esfuerzo. Parecía cosa del destino que los conociera: las únicas personas con las que no hacía el ridículo. Salimos del comedor juntos, como si fueramos una pandilla de toda la vida. La gente solo se fijaba en mi, ellos pasaban completamente desapercibidos. Imaginaba las preguntas de sus pequeñas cabecitas:”¿Por qué ha llegado en la mitad de la temporada?” “¿Será maja?” “Seguro que es rara.. tiene una pinta…” y cosas por el estilo. Prefería ponerme siempre en lo peor aunque debía admitir que Jason y Max me habían hecho sentir muchísimo mejor y además en el segundo día

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